TIRANO

NIÑOS TIRANOS

En los últimos años no paramos de oír casos de niños que, a pesar de su corta edad, se han acostumbrado a imponer sus normas en casa. Niños hiper exigentes que no aceptan un “no” por respuesta y cuando no obtiene lo que quieren reaccionan de manera desproporcionada con pataletas, insultos, incluso agresiones. Es lo que muchos expertos han denominado “El Síndrome del emperador” o del “pequeño dictador” o “ niños tiranos”, un trastorno de conducta que afecta a niños y adolescentes y que tiene su inicio en el hogar.
EVOLUCION
A medida que van creciendo, la posibilidad de manejo se complica; de las pataletas pasan a la agresión física y el engaño incluso pueden darse conductas que sobrepasan la legalidad como robos, agresiones, trafico de drogas durante la adolescencia, etc. El niño emperador puede ser el inicio hacia una psicopatía con todas sus consecuencias: problemas con la justicia, conductas adictivas, comportamiento antisocial, etc o bien convertirse en un parasito, pues, por lo general no suelen tener ni oficio ni beneficio en su adultez. Por ello, es importante una detención precoz para que estas conductas no tengan en el futuro consecuencia nefasta.

COMO DETECTAR A UN HIJO TIRANO.
– Incapacidad para mostrar arrepentimiento sincero ante la acción cometida. Esta es, tal vez, la señal clave de que algo no va bien.
– Falta de empatía ante el dolor ajeno.
– Explosiones emocionales (de ira, llantos descontrolados). El niño tiene graves problemas para regular sus emociones.
– Escasa tolerancia a la frustración.
– Sentido exagerado de lo que les corresponde y esperan que los que estén a su alrededor se lo proporcione.
– Gran capacidad de manipulación: los niños “tiranos” no siempre imponen su voluntad a la fuerza, a menudo recurren a sofisticadas tácticas de manipulación emocional ya que conocen perfectamente las debilidades de sus padres y no tienen reparos en usarlas a su favor.
– Incapacidad de aprender de sus errores y de los castigos.
– Actitud desafiante ante las figuras de autoridad, mentiras incluso actos crueles.
– Poca responsabilidad. Nunca asumirla culpa de sus errores echando la culpa a los demás.
– Buscan constantemente la atención, no solo de sus padres sino de todo su entorno.Emperador-2
CAUSAS
Muchos padres se preguntan que han hecho mal, que ha ocurrido, que ha fallado. Si bien es cierto que la ausencia de límites o estilo educativo basado en atender todas sus peticiones son factores que pueden facilitar su aparición, es de vital importancia corregir la idea errónea de que la culpa es de los propios padres. Existen numerosas causas que explican el desarrollo de estos comportamientos. (causas genéticas, familiares y ambientales).

QUE PUEDEN HACER LOS PADRES:
PARA QUE LOS COMPORTAMIENTOS NO VAYAN A MAS.
Estar atentos: Como regla general a los cuatro años los niños ya pueden verbalizar su enfado y a los cinco serán capaces de controlarlo. Si notas que tu hijo se muestra agresivo, tiene rabietas en público y convierte los días en familia en un calvario, es probable que se esté desarrollando un comportamiento tirano.
Establecer límites que ayuden a regular su comportamiento. Pese a su mala prensa, una normas claras y previamente establecidas dan una orden lógica a su mundo. El niño debe tener unas horas más o menos fijas para comer, irse a la cama, para hacer los deberes. También debe tener una serie de responsabilidades en casa, en función de su edad, como poner la mesa, recoger su cuarto, …
Ser coherente con el estilo educativo a seguir. Es muy importante que ambos progenitores estén de acuerdo en cómo quieren educar a sus hijos porque si no, ante cualquier fisura, el niño puede ver una oportunidad y aprovecharse. Es recomendable que los padres se sienten para pactar aquellas normas que posteriormente tendrán que hacer cumplir a su hijo con firmeza, pero también con cariño.
Ser un ejemplo. Enséñales a gestionar de manera asertiva sus emociones. Sobre todo, la frustración. Dale herramientas que le permitan canalizar esas emociones negativas en vez de volcarlas en los adultos.
Que desarrolle la empatía. Ponerse en el lugar delo otro es fundamental porque, de este modo, los niños comprenderán como se siéntenlos padres cuando este les falta al respeto. No hay que limitarse a castigar el mal comportamiento, se debe reflexionar con él sobre lo que ha hecho y las consecuencias que sus actos tienen.

PARA FRENAR LOS COMPORTAMIENTOS
No ponerse a la altura del niño; si grita, patalea y montan una escena hay que respirar hondo y contenerse. Mejor espera a que se calme sin hacerle el mínimo caso.
No sirve de nada argumentar con ellos pues están acostumbrados a las palabras. En vez de discutir hay que recordarle de manera firma cuales son las normas.
Tampoco sirve de nada pedirle que se ponga en tu lugar porque ahí radica el problema, en su poca capacidad para la empatía.
No desanimarse. Si los padres son perseverantes poco a poco los niños irán interiorizando todas estas pautas. Se trata de una carrera de fondo en que el cambio no será inmediato.

Si a pesar de todas las medidas tomadas, los padres han llegado a un punto en que la situación se les escapa de las manos, es recomendable pedir ayuda externa. Una primera visita a l pediatra, quien les orientará sobre las pautas a seguir; Y, en la mayoría de los casos será necesaria una intervención psicoterapéutica en la que deberán participar toda la familia.

Envíanos un comentario

error: Content is protected !!