En España alrededor del 26 %, uno de cada cuatro niños, sufre algún tipo de acoso. Muchos de ellos, por miedo, vergüenza o desconocimiento ocultan esta situación lo que conlleva graves consecuencia para su bienestar emocional y físico.
Una detección temprana es clave para evitar daños psicológicos graves y permanentes.
¿QUE ENTENDEMOS POR ACOSO ESCOLAR O BULLYING?
Entendemos por acoso cualquier tipo de agresión ya sea física o psicológica, constante y duradera, no confundir con una agresión puntual. Se caracteriza por un desequilibrio de poder (victima frente agresores y observadores).
Tipos de agresión más frecuentes:
– Insultarle.
– Meterse con su forma de ser.
– Burlarse de su apariencia física.
– No dejarle jugar con el grupo.
– Decir a otros que no le hablen ni sean amigos.
– Hacerle gestos de burla o desprecio.
– Imitarle para burlarse.
– Contar mentiras acerca de él/ ella.
– Llamarle por un mote (despectivo)
– No hablarle
– Reírse de el/ella si se equivoca.
– Criticarle por todo lo que hace.
– Cambiar el significado de lo que dice.
– Pegarle collejas, puñetazos, patadas.
– No dejarle hablar.
– Esconderle cosas.
– Insultarle para hacerle llorar.
– Robarle cosas.
– Meterse con el/ella por su forma de hablar.
– Meterse con él o ella por ser diferentes.
EL ACOSOS ESCOLAR EVOLUCIONA.
El acoso escolar no es nada nuevo, siempre ha existido. Lo que sí ha evolucionado es los canales a través de los cuales el acosador ejerce su poder.
Hoy en día es frecuente la intimidación a través de las redes sociales (Cyberbulling), un tipo de acoso que multiplica su alcance si lo comprarnos con el que se produce cara a cara.
¿A QUE EDADES ES MAS FRECUENTE?
Aparecen en edades muy tempranas experimentando una intensidad máxima en 5º y 6º de Primaria. Posteriormente, aunque esta conducta desciende, en Secundaria muchas víctimas quedan marginalizadas.
¿QUE SINTOMAS DEBEN ALERTANOS?
– Cambios en su comportamiento: Se niega ir al colegio (incluso hace novillos), se muestra más irritable de lo normal, menos comunicativo, presenta cambios de humor.
– Se muestra distraído en clase. Bajan sus notas.
– Pide más dinero de lo habitual.
– Tiene hambre, aunque haya llevado merienda.
– Habitualmente le falta objetos (estuches, cartera, teléfono, ropa) o aparece con la ropa rota.
– Sufre malestar al levantarse, mareos, dolores de cabeza, molestias o alteraciones gastrointestinales, sensación de asfixia u opresión en el pecho, temblores, palpitaciones, alteraciones del apetito o el sueño, pesadillas.
¿QUE PODEMOS HACER SI SOSPECHAMOS QUE SUFRE ACOSO ESCOLAR?
1. Escúchale sin juzgarle. Posiblemente por miedo o vergüenza no haya querido contar lo que le sucede. Debes ser comprensivo e intentar ponerte en su lugar. De nada sirve que le recrimines por no habértelo contado antes, solo conseguirás que omita información por miedo a futuras regañonas.
2. No animes a tu hijo para que responda de manera agresiva. “Si él te pega haz tú lo mismo. Solo creara un círculo vicioso que empeorara la situación.
3. Discute alternativas asertivas para poder responder a los acosadores y practicas respuestas con tu hijo.
4. Ponte en contacto con el centro escolar para alértalos de lo que ocurre.
5. Dependiendo del grado ansiedad y de miedo en el que este envuelto, sería recomendable acudir a un profesional que le ayude a superar dicha situación.
¿SI LE CAMBIAMOS DE COLEGIO?
En muchas ocasiones la víctima de acoso cambia de colegio con el objeto de solucionar el problema y suele ser habitual que en el otro centro escolar la situación se repita.
La razón es que el niño/adolescente, como consecuencia de un acoso continuado, desarrolla una vulnerabilidad que es detectada por los hostigadores, por lo que es elegido de nuevo. No es que su forma de ser incite al acoso, sino que su vulnerabilidad funciona como faro que atrae a otros acosadores.
CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO.
Lejos de lo que muchos piensan pasar por esta experiencia no te hace más fuerte ni te prepara para la vida adulta. Todo lo contrario.
Los niños acosados se convierten en unas futuras victimas más fáciles porque su resistencia psicológica queda destruida.
¿Y SI MI HJO ES EL ACOSADOR?
Existe un amplio perfil de acosador desde el que dice que todo es una broma hasta el individuo que disfruta haciendo daño.; pero también existe un perfil de acosador que previamente ha sido víctima de bullying; en estos casos, utilizan el abuso como una manera de protegerse. Se trata de niños tremendamente dañados que tienen mucha rabia dentro y no saben cómo gestionarla.
En estos casos los padres deberán mostrar su desaprobación por sus actos, pero al mismo tiempo intentar conocer las causas por las cuales su hijo lleva a cabo dicha conducta.
Para terminar os recomiendo este excelente cortometraje sobre el acoso escolar de Sergio Barrejón, producido en 2009 y nominado al Premio Goya. Recibió más de 20 premios en festivales de todo el mundo. Guión: Nacho Vigalondo y Sergio Barrejón.